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martes, 18 de agosto de 2020

5º1ª Biología Prof. Pizzarelli

Nosotros y los otros

por Rosa MONTERO

Durante diez mil años, el hombre de Neanderthal y el de Cromagnón coincidieron sobre la Tierra. En este texto, la escritora española sugiere que la probable lucha fue el origen de una característica que aún persiste en nuestro material genético: la de aniquilar a nuestros oponentes.

Antaño se creía que los sólidos neanderthales eran antepasados nuestros, pero en las últimas décadas la paleontología ha conseguido avances formidables y hoy sabemos sin ningún género de dudas que eran nuestros primos. Esto es, somos dos especies distintas del mismo animal. Los neanderthales poblaron la Tierra durante casi el doble de tiempo que nosotros llevamos por aquí: aparecieron hace 200000 años y se extinguieron hace 30 mil. Nosotros, (es decir los Cromagnón), surgimos en África hace unos 90 mil años, pero fue hace 40 mil cuando llegamos a Europa, donde nos encontramos con nuestros primos. Durante diez milenios, por lo tanto, compartimos el mismo espacio geográfico.

Con nuestro engreimiento y nuestra tradicional prepotencia, siempre hemos argumentado que el hecho de que solo existiera una especie humana (al contrario de las demás familias de animales, en las que las especies se multiplican) era una prueba más de nuestra maravillosa especifidad, de nuestra sublime diferencia con los demás bichos del planeta. Eso supuestamente demostraba que los humanos estábamos hechos a la imagen de Dios, que éramos los únicos seres provistos del alma (impreciso ectoplasma que vaya a saber qué es) y que, en definitiva, éramos los reyes indiscutibles y absolutos de la Creación.

Pero ahora, imagínese que maravilla, sabemos que hubo un tiempo en el que varias especies de homínidos compartieron la Tierra. Qué vertiginosa fascinación debía producir esa criatura espectacular que era casi igual pero que era distinta. Es incluso probable que mantuviéramos relaciones sexuales, pero no queda nada en nosotros del material genético de los neanderthales. De manera que nuestras especies no debían ser fértiles al cruzarse, o quizás engendraran híbridos estériles (una suposición conmovedora: qué solitarios y qué desgraciados debieron ser esos pobres individuos cruzados, si existieron).

Lo que si nos queda de nuestros peludos y robustos primos es la memoria mítica. En todas las sociedades humanas existen antiquísimas leyendas sobre criaturas grandes y feroces de rasgos desmesurados y abundantes melenas. Tienen diversos nombres, pero todos comparten los rasgos físicos de los neanderthales; son los gigantes clásicos, los trolls escandinavos, los bigfoot anglosajones o abominables hombres de las nieves... El rastro del temor que nos producían se detecta en todos esos cuentos. Eran seres monstruosos y peligrosos, eran el enemigo. Pero si se mira lo sucedido, los verdaderos peligrosos debíamos ser nosotros. Porque lo más probable es que acabáramos con ellos.

No se sabe por qué se extinguieron los neanderthales: su desaparición es uno de los grandes enigmas de la ciencia. No existe ninguna prueba fósil que confirme que los Cromgnón los extermináramos, pero aún así, como dice la eminente paleontóloga Meave Leakey, resulta inevitable imaginarlo: los neanderthales que se las habían arreglado para sobrevivir durante tanto tiempo, desaparecieron justo cuando nosotros aparecimos en el vecindario. De manera que es posible que nuestra especie tenga como acto fundacional el genocidio. A diferencia de las demás especies animales, que se las arreglan para coexistir (el lobo y el zorro no son precisamente amigos, pero pueden compartir el mismo monte), nosotros no paramos hasta aniquilar a nuestro oponente. Esa crueldad innecesaria, esa ferocidad sin tregua ni paliativos nos hace ser sin duda una especie única y distinta, pero solo porque padecemos una patología mental.

¡Pero si incluso nos exterminamos a nosotros mismos por mínimas diferencias de color de piel o de costumbres o religión! Si ahora mismo estamos enloqueciendo una vez más y demonizando a esa mitad de la Humanisdad que cree en Mahoma (al igual que ellos demonizan a occidente) ¿Qué no le habremos hecho a los neanderthales, que eran de verdad algo distintos? Tal vez la historia primordial de Caín y Abel recoja en última instancia esa matanza primera, el pecado original de haber acabado con otra especie, la marca infamante e indeleble del asesino. Así nos va. Somos unos animales enfermos y dañinos.


La española Rosa Montero es periodista y autora de novelas como La hija del caníbal.

 Neanderthales y Cromagnones

Ellos o nosotros

Dependiendo de la fuente consultada, los homo sapiens y los neanderthales convivieron entre 15 mil y 130 mil años. Sabemos que los homo neanderthalensis duraron sobre la Tierra alrededor de 200 mil años y que de un modo un otro estamos relacionados con esa desaparición. Nosotros por nuestra parte, que existimos desde hace 200000 años, llevamos unos 6000 años de historia, desde la aparición de la escritura.

Existen algunas hipótesis sobre la desaparición de estos seres:

a) Nos mezclamos con ellos, es decir, nos apareamos. Y hubo descendencia fértil. Hoy sabemos que entre el 1% y 4% de nuestros genes proceden de ellos. También sabemos que entre especies diferentes no puede haber descendencia fértil. Algunos estudios genéticos revelan que tenemos de ellos genes que codifican la depresión y la facilidad para volvernos adictos. Sin duda, el tema de la reproducción sexual con neanderthales deja más preguntas que respuestas. ¿éramos especies diferentes?

b) Hubo un genocidio.

c) El menor desarrollo cultural les impidió enfrentar y sobrellevar la glaciación. ¿Estaban menos desarrollados? ¿eran inferiores? Hoy se sabe que hablaban, eran inteligentes, se encontraron en Europa pinturas rupestres hechas por ellos y se encontraron restos en los cuales se puede apreciar que se adornaban, tatuaban y tenían un concepto de belleza bastante amplio.


Algunos autores e investigadores como Yuval Noah Harari explica que existió la capacidad de crear ficción en los homo sapiens, es decir capacidad de imaginación, vivir mentalmente algo que no está en la realidad palpable. Significa que los homo sapiens son seres creativos y esa capacidad les permitió dejar más descendencia y expandirse por todo el mundo, incluso en zonas en las que no podríamos vivir por nuestras características biológicas. Todo eso fue tenido en cuenta, pero los últimos hallazgos se aproximan a demostrar que los homo neanderthalensis no eran ningunos tontos y que tenían capacidades muy parecidas a las nuestras.

En la época en la que los neanderthalensis desaparecieron transcurría una glaciación. Esta especie estaba preparada para enfrentarla, eran robustos y sabían confeccionar sus ropas para enfrentar las bajas temperaturas. Por el otro lado estaban los cromagnones, es decir los homo sapiens, que no estaban tan bien preparados para el frío. ¿cuál fue entonces la diferencia? Algunos investigadores, entre ellos la escritora británica y profesora de Harvard Pat Shipman sugiere en su libro The Invaders : How Humans and Their Dogs Drove Neanderthals to Extinction, que los homo sapiens se asociaron a los lobos y que juntos cazaban de una manera letal. Hace mucho que existe la hipótesis de que lobos y hombres son especies complementarias, pero nunca nadie lo expuso como un factor de ventaja sobre las demás especies. Finalmente la explicación afirma que los homo neanderthalensis al ser más robustos, necesitaban más alimento, el cual no lo podían obtener por la fuerte competencia que ofrecía el homo sapiens junto a sus "perros".

La hipótesis aún hoy es muy resistida. Produjo más preguntas que respuestas. ¿qué somos los seres humanos? ¿eran humanos los neanderthalensis? ¿somos una especie más dentro de la naturaleza o somos una especie especial, elegida o creada para ser diferente? ¿éramos especies diferentes o estábamos separándonos en un proceso de especiación? Lo cierto es que la capacidad intelectual era muy similar, igual que el nivel tecnológico y nos interesaba lo útil, y lo hermoso. Ambas especies tenían capacidad de crear y apreciar la belleza. ¿qué ocurrió entonces con los neanderthales?

Los detalles de los homo sapiens, además de nuestros perros, es que somos omnívoros, oportunistas, jerárquicos y animales extremadamente sociales. El sedentarismo fue una de las claves del desarrollo sapiens. Además tenemos malos antecedentes: causamos la extinción de los mamuts, leones y búfalos europeos. Y al prontuario se agrega la posibilidad de que hayamos matado de hambre a los homo neanderthalensis.

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